El realizador local Mauro Andrizzi estrena una particular comedia que filmó en Shangai con actores chinos y que se pudo ver en el último BAFICI.
No es poco común que un realizador reciba parte del presupuesto o inversión de alguna fundación extranjera para filmar un largometraje. Pero el caso de Mauro Andrizzi es atípico. Un director argentino que gana una residencia artística (en este caso del grupo SWATCH) para terminar filmando una comedia con actores y técnicos chinos con quienes no comparte ni el idioma ni las costumbres.
El resultado de esa experiencia es “Una novia de Shangai”, una comedia que marca, además, el primer trabajo enteramente de ficción de Andrizzi, quien viene de realizar las premiadas pero muy experimentales “Mono” (2007), “Iraqui short films” (2008), “El futuro” (2010) y “Accidentes gloriosos” (2011), estas dos últimas premiadas en el festival de Venecia.
En “Una novia de Shangai“, el director desarrolla por primera vez una narrativa más convencional pero con resultados de todas maneras atípicos para el cine argentino. La historia sigue a dos “buscas” que sobreviven como pueden en las calles de Shanghai. Surge una bizarra aventura cuando un fantasma los contrata para cruzar la ciudad cargando un ataúd robado de un cementerio, para poder unir a una pareja de amantes más allá de la muerte. Todo aderezado con música del brasileño Caetano Veloso y el argentino Daniel Melingo.
El detrás de escena del proyecto tiene suficiente material como para convertirse en una película por mérito propio. Andrizzi cuenta: “el grupo Swatch me dio la posibilidad de desarrollar un proyecto en Shanghai, invitándome allá por seis meses a un hotel histórico en el corazón de la ciudad. Mi idea era filmar un largo de ficción, hablado en chino mandarín, y trabajar con técnicos y actores chinos. Entonces, el desafío era filmar en una mega ciudad que apenas conocía, en un idioma que no hablo, y armar equipo sorteando la barrera del idioma. En seis meses tenía que buscar las locaciones, los actores, los técnicos, presupuestar una y otra vez, reescribir el guión todo el tiempo, y finalmente filmarlo. Y volver a Buenos Aires para hacer la post producción”.
Si bien la muerte es parte fundamental en la historia de la película, la presencia de este tema está tratado con un humor elegante y lírico. Esas mismas situaciones se dieron en el rodaje al tratarse de un tema tabú para la sociedad china, la cual es bastante más tradicionalista que la occidental.
“En China el tabú de la muerte está muy presente. Y como nosotros andábamos con un ataúd por toda la ciudad, nos pasaban cosas como que nos paraban por la calle para decirnos que era de mala suerte andar cargando un muerto de un lado a otro”, relata el director. “Y en una locación hotel necesitábamos que un recepcionista dijera que un viejito se había muerto en una de las habitaciones, y no hubo forma que dijera la palabra “muerto” porque no le gustaba la idea que alguien se muriera en su hotel, ni siquiera en la ficción. Así que terminamos negociando que dijera una palabra que significa algo así como “nos dejó”, una metáfora no muy indirecta de la muerte”.
La película se estrena este jueves con distribución de CineTREN en las salas del Gaumont, el Artemultiplex, Rosario del Centro, Cine Coop Canals, el Espacio INCAA UNICEN en Tandil, el Espacio INCAA – Cine Teatro Paris de Necochea, y el Espacio INCAA de Unquillo, Cordoba.
Este es el trailer de “Una novia de Shangai”: