“Loca alegría”: viaje sin diagnóstico

La exitosa producción italiana de Paolo Virzi se estrena el 29 de septiembre en Argentina.

loca_alegria1

La actriz Valeria Bruni Tedeschi se luce en “Loca Alegría” (“La pazza gioia“) de Paolo Virzi interpretando a Beatrice una mujer de la aristocracia italiana que vive en una institución de rehabilitación mientras entabla una amistad con otra paciente: Donatella (Micaela Ramazzotti). A ambas mujeres la película las encuentra intentando suturar grietas difíciles y tratando de convivir con la inestabilidad mental y emocional. Sin embargo, Virzi elige contarnos su historia sin diagnósticos de ningún tipo. El viaje es intenso pero al mismo tiempo comprensivo, compasivo y celebratorio. Una mirada a lo Pichón-Riviére sobre la inestabilidad humana y la disfuncionalidad no exenta de citas a otros films como “Thelma y Louise”. Se estrena el 29 de septiembre.

En la primera escena de “Loca Alegría” una mujer con su pequeño hijo camina por la cornisa de un puente. Es para imaginarse lo peor. Sin embargo, no sabremos que pasó con ese comienzo hasta unos minutos después. En otro lugar (La Toscana) está Beatrice, parece una “señora” que está acomodando todo para una fiesta pues mientras camina va indicando cosas: “sacate eso, ponete lo otro”. El entorno es una casona señorial en la colina de un cerro. El clima no podía ser mejor y Beatrice luce fantásticamente. Imposible no identificarse con  ella y sus cabellos dorados al viento, su piel apenas bronceada y su vestido de raso. Unos minutos más de película y algunos dilemas se van descubriendo: Beatrice no es la anfitriona de una reunión aristocrática es la paciente de una institución de rehabilitación para personas con dificultades que recibe a la mujer del comienzo: Donatella que llega herida y sin ningún hijo en brazos.

¿Qué pasó con ese bebé? Bien, a medida que avance la película nos iremos enterando de su paradero al igual que nos interiorizaremos poco a poco de la vida de Donatella Morelli y Beatrice Morandini Valdirama, más allá de su día a día en el albergue que las cobija. Como director, Paolo Virzi podría haber elegido el camino de la observación y la distancia, el etiquetamiento o diagnóstico, para contar la vida y los vaivenes de estas dos mujeres al rojo vivo. Sin embargo, hace exactamente lo contrario: no abandona a sus protagonistas en ningún momento, se compromete y las sigue a estas y sus deseos y sentimientos en el camino y hasta el final, y a medida que no las pierde nos descubre su pasado.

La película está estructurada en dos partes: La primera en el Centro donde se muestra el día a día y las distintas rutinas generalmente desde el punto de vista Beatrice, y una segunda parte donde Beatrice y Donatella emprenden un viaje. Excepto porque avanzado el relato se escucha decir por lo bajo a alguien que Beatrice podría sufrir bipolaridad, Virzi no diagnóstica a sus mujeres. Deja que ellas solas se digan lo que quieran decirse a propósito de su condición y las deje perderse en curvas geográficas y emocionales. El director no las describe primero pacientes y después mujeres, las describe primero mujeres y después pacientes. Las expone con sus luces y sombras, debilidades y fortalezas.

loca_alegria2

Esta es una estrategia exactamente contraria a la que había elegido en “El Capital Humano” (2014, la última película estrenada del director en la Argentina) donde los personajes eran mucho más estereotipados, sin matices, y cada uno cumplía un rol muy marcado generalmente en consonancia con su posición social. En “Loca Alegría” las cosas no se presentan así de claras pues si bien hay cierta continuidad entre esa y esta nueva película (a través del personaje de Tedeschi que también representa a una mujer con una condición social acomodada y en principio buenas intenciones) constantemente el film nos hace cambiar de posición  acerca de como mirar o entender a sus protagonistas que pueden ser adorables y también repudiables en sus distintas acciones, pero nunca predecibles.

Esto no significa que -como en “El Capital Humano”- Virzi no le aporte su tesis al relato. Mientras en el primer caso lo hacía de una manera declamativa, como bajando ciertas líneas, aquí va descubriendo las incongruencias del sistema de salud mental de una manera más sutil, solapadamente, sin caer en fórmulas de manual. El mensaje es el mismo (el hombre está por encima de cualquier sistema) pero la forma de decirlo cambia sustancialmente el vínculo del espectador con la película.

También cambia el trato que le da a sus personajes porque mientras en “El Capital Humano”, no mostraba especial simpatía por casi ninguno, aquí los baña con dosis de comprensión y mucho cariño. Es más, hay muy pocos contra planos de como el resto de los personajes miran a Donatella y Beatrice y las cosas que hacen. No le da excesivo lugar a otros  para que con su mirada juzguen a las protagonistas. Podría haber puesto en ese lugar a los doctores y sin embargo elige poner en escena psicólogos piadosos, que se preocupan más por el bienestar de sus pacientes y mucho menos por su medicación.

loca_alegria3

Ramazzotti acompaña bien a Tedeschi en su composición de Donatella aunque es difícil igualar a la quizás sea la mejor actriz del cine italiano actual. Su caracterización del personaje de Beatrice la acerca a otras heroínas de la pantalla grande que caminan en el borde de la realidad y la fantasía como Blanche en “Un tranvía llamado deseo” o más acá en el tiempo Jasmine en la película de Woody Allen. Tedeschi le aporta a su composición un registro sorprendentemente amplio que le permite pasar rápidamente de la liviandad a la ira y de allí al vacío sin que estos pasajes parezcan forzados y sin nunca perder sus modales de “Señora”.

Es difícil hablar de un estilo auténticamente Virzi como sí podríamos hablar de un estilo Marco Bellochio o más atrás en el tiempo felliniano. Si tomamos, por ejemplo, “La Prima cosa bella” (2010), “Todo el Santo día” (2012) o la citada “El Capital humano”, y aunque haya cosas en común como las descriptas, las tres están filmadas de manera divergente. A diferencia de eso que muchos directores buscan (ser fiel a su manera) pareciera que Virzi se busca en cada búsqueda. Y en este trabajo, que ya se puede ver en los cines locales, parece que se ha encontrado. Al igual que sus heroínas que al finalizar la película, y después de un largo viaje, encuentran un lugar donde estar.

“Loca Alegría” se presentó este año en la Quincena de Realizadores del Festival de Cine de Cannes y fue recibida con fervorosos aplausos. Se puede ver en la Argentina a partir del 29 de septiembre.

lorena_cancela

 

loca_alegria1