Festival de Lima: entrevista a Ana Katz

Vieja conocida del Festival de Lima sobre todo por “Una novia errante” (que obtuvo 3 premios en 2007), la directora argentina conversó con Ultracine acerca de su particular universo que tiene una frontera muy delgada entre el drama y la comedia sutil.

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Fotografía: Gonzalo Hurtado para Ultracine.

Directora, guionista, dramaturga y actriz por igual, las muchas facetas de Ana Katz se manifiestan en el cuidado de su cine, más orientado al cuidadoso delineamiento de sus personajes, en los que vuelca una mirada melancólica que se siente tan interior como vivida. Alguna vez asistente de Pablo Trapero en “Mundo Grúa” y alumna en la escuela de actuación de Julio Chávez, la vocación introspectiva de esta cineasta continúa en “Mi amiga del parque”, drama que se presenta en calidad de gala en el Festival de Lima. A continuación, el diálogo que tuvimos con la directora de “El juego de la silla” y “Los Marziano”.

Siempre te has caracterizado por actuar y dirigir. ¿Qué es lo que te gusta más de esta doble faceta?
AK: Yo creo que es algo que se dio de manera natural. Desde niña estudié actuación en talleres de teatro. Lo de dirigir se dio a partir del gusto que encontraba en las películas y cuando terminé la secundaria fui a la Universidad del Cine en Buenos Aires. Yo admiro mucho a los directores que también son directores de fotografía. Tal vez muchos vean esa doble faceta como algo extraño, pero desde mi lugar siempre he estado familiarizada en desempeñar muchos roles en un rodaje y no lo veo así. Yo he sido actriz en películas que me han gustado mucho y espero que eso siga pasando. Ahora me doy cuenta que estoy en una temporada donde disfruto más de estar en casa, entonces debo dejar algunas ideas en remojo y darles más tiempo.

¿El doble papel (director/actor) que desempeñaste en “Una novia errante” lo hiciste por una cuestión de catarsis?
AK: Una película es un tema que uno no sabe resolver. Si haces una película es porque hay un tema que no te cierra y que posiblemente no te va a cerrar nunca. El mejor final podría ser que quede la pregunta bien expresada: clara, personal y verdadera en su propia dimensión. Hay cosas que se filman y luego se viven, en este caso no. En mi caso, el corte de la soledad y lo amoroso es algo que siempre me inquieta y me angustia, a veces pasa que hay determinadas personas que me dan deseos de interpretar su actitud porque los conozco muy de cerca, pero hay personajes que escribes y que no imaginas como podrías interpretarlos tan bien como si lo haría otra actriz. Es un poco parecido a como juegan los niños, un día se ponen un disfraz y otro no, tienen más intuición que racionalización.
amiga del parqueUna constante en tus personajes es el tema de la disfuncionalidad, tal como ocurre en “Una novia errante” y “Los Marziano”…
AK: Yo estoy peleada con la palabra disfuncional, porque siento que no la entiendo porque básicamente nada funciona. Es como pensar que el amor no defectuoso no es amor. Cuando leo en reseñas y críticas cosas como “una familia disfuncional” o “una pareja disfuncional”, te juro que yo pienso… ¿y vos como hacés? Yo soy disfuncional y las personas calificadas así tienen conflictos y contradicciones y lo que yo intento es ser lo más sincera posible con esa zona que el personaje no puede resolver. Yo creo que en casa somos todos disfuncionales, pero una vez que salimos a la calle disimulamos un poco. Es una palabra que surge de una psicología más empírica y que trata de resolver en pocas sesiones de terapia problemas muy visibles. Brindo por ello, pero creo que en el drama y lo artístico la palabra disfuncional elimina la posibilidad de ser.

El Festival de San Sebastián ha sido muy importante en el desarrollo de tu carrera…
AK: Así es. “El juego de la silla” (2002) se estrenó ahí y tuvo un premio especial del jurado. “Una novia errante” (2007) ganó el premio de Cine en Construcción, “Los Marziano” (2011) estuvo en la competencia oficial y “Mi amiga del parque” (2015) estuvo en el foro de desarrollo de proyectos y en Cine en construcción. Es un festival al que le tengo mucho cariño porque me ha dado muchas oportunidades.

¿Crees que hay un grupo de películas que los directores conciben exclusivamente para los festivales y no tanto para el público en general?
AK: Bueno, me parece que uno hace primero una película y luego ves para quien es. Hay gente que se queja de eso y lo entiendo, porque hay algunas películas que son muy cerradas en sí mismas y no se conectan tanto con otros. Pero no sé si eso sea algo propio de los festivales, es más bien una manera de nombrar algo que no sabe bien como expresar. Hay también películas que están pensadas como un producto publicitario y eso me da un poco de frustración, porque la tendencia mundial es a hacer películas gigantes para millones de pantallas y a mí me gusta el cine más vinculado a la poesía, que es como un cine que no es una avenida principal sino una callecita escondida. A estas alturas yo no me peleo más con eso porque sé cómo es mi identidad. Ahora que estoy en el Festival de Lima estoy aprovechando la oportunidad de ver esas películas que me gustan y que no son tan fáciles de encontrar. Eso me da un poco de pena y rabia, que esas películas no sean fáciles de ver. La gente que se queja de las películas de los festivales pueden no ir, pero la gente que se queja de las películas de la cartelera comercial, ellos si tienen problemas para tratar de ver otro cine.

Guillermo Francella y Rita Cortese en "Los Marziano".

Guillermo Francella y Rita Cortese en “Los Marziano”.

Guillermo Francella sorprendió por su giro dramático en “El secreto de sus ojos” y “El Clan”. ¿El éxito de la primera te decidió a contar con él en “Los Marziano”?
AK: Mira, la verdad es que surgió la posibilidad de trabajar con él y me parecía muy interesante porque es un tipo muy talentoso. Guillermo tenía ganas de trabajar en otros registros de comedia, que son los que yo trabajo, y en el rodaje estuvo muy curioso y conectado con eso que yo quería contar. Por eso las tomas fueron muy sutiles para encontrar esa contradicción. No está bien que yo lo diga, pero ese papel es uno de los que más disfruto de él, porque ese potencial de comedia que la televisión explota con intenciones explícitas, también puede encontrar una arista más interior que le queda muy bien.

Tu última película, “Mi amiga del parque”, está siendo presentada fuera de competencia en el festival de Lima…
AK: Estoy muy contenta porque siento que cada película que filmo es igual de difícil de realizar y también por llegar a esta etapa que es el estar en Lima (que es un festival que me gusta mucho) y presentarla. Le tengo un cariño muy grande a “Mi amiga del parque”, para mí es una película de pelea en una zona doméstica y porque me abrió mucho la posibilidad de trabajar en temas que me interesan y que están en ebullición. Fue un aprendizaje muy grande hacerla y me alegra que genere mucho diálogo.

Por Gonzalo “Sayo” Hurtado para Ultracine.

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