Los directores del estreno argentino lograron realizar películas de alto perfil comercial sin sacrificar una pizca de su particular personalidad.
A principios del 2000, surgieron unos programas que revolucionaron con sus conceptos la televisión de cable en Argentina. Eran producciones increíblemente económicas, pero que se convirtieron en clásicos de culto con el correr de los meses. Sus realizadores venían del campo del video experimental, y lograron ingresar a la exclusiva televisión argentina sin sacrificar esa búsqueda que los venía caracterizando en sus trabajos alternativos.
Ese programa se llamó “Televisión abierta” (1999), y consistía en llevarle una cámara y un micrófono a todo aquel que se comunicara con la producción para poder salir al aire y hablar de algo en particular, o mostrar algún “talento” específico. El otro programa se llamó “Cupido”, en el dos personas tenían una cita a ciegas frente a las cámaras y al final, si elegían verse la producción los juntaba para que se vieran cara a cara por primera vez.
Ambos proyectos fueron creados por Mariano Cohn y Gastón Duprat.
Tras realizar un proyecto de cine que no lograron concluir (“Enciclopedia”), los directores debutan en la pantalla grande con el documental “Yo Presidente”, con producción de Patagonik. El filme mostraba retratos y entrevistas a los 8 presidentes argentinos que fueron sucediéndose en el poder desde la vuelta de la democracia en 1983.
Estrenada en 2006, “Yo Presidente” logra una taquilla de 25.909 espectadores.
Tres años después llega su primer largometraje de ficción: “El artista“. Con este filme inician su recorrido de obras centradas en la vanaglorificación vacía hacia los artistas y retratan el snobismo del mundo de las artes sin medias tintas. “El artista”, con Sergio Pangaro y Alberto Laiseca, mostraba a un enfermero que se apropia de las pinturas de uno de los enfermos del geriátrico en el que trabaja y con el que logra una súbita fama en el circuito de arte local.
La película logra una distribución en 5 salas pero llega a vender 8.442 entradas.
Al año siguiente estrenan su película más popular, con la que logran estrenar con apoyo televisivo y cruzan la barrera de los 100.000 espectadores. Sin embargo, los directores no hacen concesiones en su obra: la película en cuestión es una comedia brutal y negrísima sobre los prejuicios y el snobismo. Esa película es “El hombre de al lado”.
El éxito de ese filme los lleva a filmar otra comedia negra de forma inmediata que estrenan pocos meses después. “Querida voy a comprar cigarrilos y vuelvo” involucra un pacto mefistofélico y viajes en el tiempo pero no es tan bien recibida como sus obras anteriores. Estrenada en mayo de 2011, logra una taquilla de 12.364 entradas.
Cinco años después, regresan al cine con su proyecto más ambicioso: “El ciudadano ilustre“, el cual podrá ser juzgada por el público local a partir del jueves 08 de septiembre.